Bendición y Maldición

Por José Luis Orellana Durán


     
  En estos últimos tiempos se han levantado falsos maestros que enseñan a maldecir y ser bendecidos. Ellos hablan de que para que Dios te bendiga debes primero darle a Dios: dinero, propiedades, etc... todo enfatizado en cosas materiales. Si tu no tienes dinero, o trabajo, o incluso algún problema físico o familiar, ellos lo atribuyen a una maldición de Dios por no darle a él lo que se merece, y esto es: dinero, propiedades, etc... Así que intimidan al Santo Pueblo de Dios y los encaminan a una destrucción sin precedentes, una destrucción espiritual, con un futuro incierto...
Para entender bien sobre los temas de maldición y bendición de parte de Dios, debemos escudriñar las Escrituras. Mi pastor, Nicolás García, me dio dos pasajes bíblicos magníficos para descubrir la esencia de estos dos temas: BENDICIÓN Y MALDICIÓN.

Veamos.
Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.
16 Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
17 Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.
18 Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.
19 Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.
20 Maldito el que se acostare con la mujer de su padre, por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
21 Maldito el que se ayuntare con cualquier bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.
22 Maldito el que se acostare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
23 Maldito el que se acostare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.
24 Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
25 Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.

Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.
4 Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.
5 Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.
6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.
7 Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti.
8 Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.
9 Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.
10 Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán.
11 Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar.
12 Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.
13 Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas,
14 y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.

          Si leemos estos textos con diligencia, comprobamos que el único requisito o condicionante que Dios nos pide para que nuestra vida sea maldecida o bendecida, es la obediencia a sus mandamientos.... ¿Te ha pedido Dios algo a cambio de la vida eterna? Si, obediencia a sus mandamientos y creer en el Señor Jesucristo.

y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. (Hechos 16:30-31)

DIOS NO NECESITA COSAS MATERIALES, NECESITA TU VIDA.

¿Quién me ha dado algo para que yo se lo restituya? Cuanto existe debajo de todo el cielo es mío. (Job 41:11)
Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y todo lo que en él hay. (Salmos 50:12)



Si quiere reproducir este artículo en fragmentos o en su totalidad DEBE CITAR COMO FUENTE BIBLIOGRAFICA al blog Ventana Teologica y dar el crédito al autor de este artículo.

No hay comentarios: