Los decretos y declaraciones

Por José Luis Orellana Durán




        ¿Cómo? Pues sí señores, el problema de la Iglesia actual, que no lee la Biblia.... que no es capaz de escudriñar las Escrituras como aquellos de Berea. Pasan el mosquito y se tragan el camello. El problema de los que han convertido a muchos autoproclamados apóstoles y profetas, en sus héroes y mesías. Ni siquiera van con la Biblia a escuchar los mensajes, sino que creen todo lo que dice estos personajes desde sus torres.
         Nos estamos convirtiendo en papagayos, en loros, repitiendo todo lo que dicen estos charlatanes y mercaderes del evangelio. Y ¿qué lo que nos queda a los pastores de Dios? Denunciar con la verdad, a través de la Santa Escritura los errores de estas personas. Y para colmo de los males, expuestos a insultos, desprecios y amenazas. No tan solo por aquellos que van como ovejitas detrás del lobo vestido de pastor, sino también por estos autoproclamados apóstoles, que si les quedaba algo, ahora amenazan desde sus tribunas a los que intenten desprestigiarlos. Así que ¡para adelante! que no se callen los hombres de sana doctrina, porque el Evangelio de Nuestro Señor JEsucristo no puede ser llevado a los negocios de estos apóstatas.
       

Bendición y Maldición

Por José Luis Orellana Durán


     
  En estos últimos tiempos se han levantado falsos maestros que enseñan a maldecir y ser bendecidos. Ellos hablan de que para que Dios te bendiga debes primero darle a Dios: dinero, propiedades, etc... todo enfatizado en cosas materiales. Si tu no tienes dinero, o trabajo, o incluso algún problema físico o familiar, ellos lo atribuyen a una maldición de Dios por no darle a él lo que se merece, y esto es: dinero, propiedades, etc... Así que intimidan al Santo Pueblo de Dios y los encaminan a una destrucción sin precedentes, una destrucción espiritual, con un futuro incierto...
Para entender bien sobre los temas de maldición y bendición de parte de Dios, debemos escudriñar las Escrituras. Mi pastor, Nicolás García, me dio dos pasajes bíblicos magníficos para descubrir la esencia de estos dos temas: BENDICIÓN Y MALDICIÓN.

Veamos.