
Un jardinero que pasaba todos los días frente a la estatua pensaba
que era una exaltación a Cupido (el dios del amor.) Jesús de las Heras, cura e
historiador de la Iglesia Católica de Madrid, no sabía de su existencia hasta
hace unos años; aunque apareció en una película española, El día de la
Bestia.
Ubicada en el paseo del Duque del Fernán Núñez, en el parque del
Retiro de Madrid, pulmón de España, se encuentra la Fuente del Ángel Caído o
Monumento del Ángel Caído. Los investigadores de la alcaldía de la
ciudad, por medio de su vocera, Belén Sacristán -del departamento de Planeación
Urbana-, afirmaron en el año 2003 que esa estatua de Satanás era la única
erguida en una capital del mundo.
El conjunto tiene unas dimensiones aproximadas de 10 metros de
largo, 10 de ancho y 7 de alto. La escultura en sí mide 2,65 metros de alto. Está
formada por la efigie, un pedestal de donde mana el agua por unas carátulas
demoníacas y una circunferencia que le sirve de base para recibir el preciado
liquido.
El Ángel Caído, se encuentra en una posición de terror,
inclinado hacia atrás, tapándose el rostro con la mano, mira hacia el Cielo
mientras cae del mismo. Sus alas están plegadas, se apoya sobre unas rocas, una
serpiente se enrosca alrededor de su cuerpo. Está representado en el momento en
el que, según la Biblia, Lucifer es expulsado del Cielo por rebelarse contra
Dios y organizar una revolución.
Hasta ahora no sabíamos en que parte del mundo cayó Satanás, pero
ahora sí lo sabemos, en el corazón de España. Por lo menos eso debió pensar tan
osado duque que hizo levantar y exaltar ese momento particular de la vida de
uno de los enemigos más crueles y despreciables de la humanidad.
Fue Ricardo Bellver (1845-1924) un joven estudiante español de
arte, quien a finales de la década de 1870 creó la controvertida estatua. Su
obra se realizó en yeso y fue llamada El Ángel Caído. Ganó la Medalla de
Primera Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes, celebrada en Madrid.
Bellver, según el catálogo de la exposición mencionada antes, se inspiró en
unos versos de El Paraíso Perdido, de John Milton, tercera y cuarta
estrofas del Canto I: “Por su orgullo cae arrojado del cielo con toda su
hueste de ángeles rebeldes para no volver a él jamás. Agita en derredor sus
miradas, y blasfemo las fija en el empíreo, reflejándose en ellas el dolor más
hondo, la consternación más grande, la soberanía más funesta y el odio más obstinado”.
Posteriormente, el estado adquirió la obra. Decidieron enviarla a
París, con motivo de la Exposición Universal de 1878. Pero en aquel
evento solo se admitían estatuas de mármol o bronce, fue entonces cuando
realizaron la obra en dicho metal.
Más tarde, El Ángel Caído formó parte de la colección del
Museo Nacional. Enoctubre de 1879 su director, Benito Soriano Murillo, sugirió
a la Dirección General de Instrucción Pública exponer la obra al aire
libre. Los argumentos que dio para tan osada tarea fueron: “por lo atrevido de
su composición, su originalidad, por la materia en que fue fundida, debe estar
expuesta al aire libre, pues encerrada no produce el efecto que debiera… el
público contemplará los buenos modelos del arte plástico que tan poderosamente
contribuye a su cultura.”
Cuando fue aceptada la idea de Soriano, la escultura fue cedida al
Ayuntamiento de Madrid para su instalación en un lugar público de la capital.
Francisco Jareño, responsable del Ministerio de Fomento, fue el
encargado de diseñar un pedestal para la obra. El conjunto fue inaugurado en
1885. Cabe decir que la sociedad madrileña de la época se opuso a que se
levantara un monumento en honor a Satanás, aunque los responsables de dicho
evento siempre dijeron que no lo hicieron por tal motivo.
A partir de su inauguración parece como si la historia y el tiempo
hubiesen querido borrar del paisaje madrileño lo evidente. Aunque lleva más de
100 años “entronado” en la capital, fue hasta hace unos años, con un
controvertido estudio sobre monumentos, que esta obra ocupo los debates de los
españoles, tanto en bares como en los medios de comunicación. Nadie había
puesto atención, pero la verdad es que la estatua ha sido ya motivo de
controversia en el pasado. Del Río dijo que en las décadas de 1940 y 1950 era
el punto de encuentro para rituales satánicos, e indicó que el gobierno de
Franco estudió la posibilidad de retirarla del parque para que la policía
pudiera evitar esos rituales.
Enigmática o no, parece que la obra no terminó por dejar de
suscitar controversias en el pasado. La Glorieta del Ángel Caído se
encuentra en una altitud topográfica oficial de 666 metros sobre el nivel del
mar en Alicante. Es un dato que se encuentra inscrito en piedra alrededor de la
misma fuente. Parece como que unos hilos malignos hubieran movido a aquellos
hombres del pasado para que el lugar fuese establecido precisamente ahí, pues
en aquel entonces no tenían la suficiente precisión como para conocer esta cota
con tanta exactitud, porlo que ¿se trata de una mera casualidad? Júzguenlo
ustedes mismos.
Si quiere reproducir este artículo en fragmentos o en su totalidad DEBE CITAR COMO FUENTE BIBLIOGRAFICA al blog Ventana Teologica y dar el crédito al autor de este artículo.
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