Educación, Cultura y Evangelio: Una aportación cultural y educativa a través del evangelio a México

Por Jose Luis Orellana Durán
 
 
"La educación es una segunda existencia dada al hombre;
es la vida moral tan apreciable como la vida física".
(-Saint- Simón)

"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones...
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado..."
(Mateo 28:19-20)

"Ignorar las Escrituras es ignorar al mismo Cristo..."
(San Jerónimo)

 

 

INTRODUCCIÓN

Este trabajo pretende aportar alguna idea sobre lo posible de tener una educación cristiana en la sociedad donde vivimos.

El mundo, desde sus comienzos, siempre ha sido educado de una manera u otra. Las diferentes culturas que se manifiestan en nuestro globo terráqueo, disimulan lo que una vez fue perfecto y eterno, una educación dada por nuestro Creador. Los grandes pensadores de todos los tiempos, han intentado tramar algún bosquejo educativo para que el ser humano sea más y más perfecto; en ocasiones han discriminado al propio hombre, a la naturaleza, e incluso a Dios. Nuestra educación, a través del tiempo, ha sido innumerablemente modificada, con el fin de proporcionar al ser humano una mejor concepción de si mismo y de lo que le rodea, y así poder actuar para bien o para mal. Evidentemente, siempre se ha fracasado, sino, el constante cambio en la forma, no tendría hoy día nada que hacer.

Nosotros tenemos que mirar a las enseñanzas y el diálogo dado por Dios, que todavía no se esconde, que todavía existe, que aún se puede rescatar para que el hombre descubra, de una vez por todas, que el único que le puede educar, que le puede encaminar, que le puede dar libertad, es el Dios de los tiempos. La educación que vino de arriba, que se encarnó en Jesucristo, es la que los cristianos debemos de aportar al mundo para que éste sea un reflejo del Reino de Dios. Evidentemente, la eficacia de la misión educativa, como dice el hermano José Luis Velasco Medina, de la Iglesia cristiana, depende en gran parte del concepto que se tenga o sustente de la naturaleza y misión de la Iglesia[1].

Lo que vamos a ver a continuación, será de gran ayuda para todo aquel que quiera cambiar el mundo a través de una educación cristiana. Veremos el concepto de educación y cultura; la educación en México, su historia, su actualidad e incoherencias; la educación cristiana, y la aportación que puede dar ésta a la actualidad del México de hoy día.             

 

EDUCACIÓN Y CULTURA

El significado de educación, según el Diccionario Anaya de la Lengua, es: Formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual y moral de las personas. Sistema de formación destinado a conseguir el desarrollo de las capacidades intelectuales de las personas. Conjunto de conocimientos intelectuales, culturales y morales que tiene una persona. Comportamiento adecuado a las normas sociales.

Según el Diccionario Electrónico Encarta, la educación es: presentación sistemática de hechos, ideas, habilidades y técnicas a los estudiantes.

Es evidente que la educación transmite la cultura del pueblo donde se desarrolle tal educación, con sus cosas buenas y malas, con sus creencias y no creencias etc. La cultura es, según: Conjunto de conocimientos e ideas adquiridos gracias al desarrollo de las facultades intelectuales mediante la lectura, el estudio y el trabajo. Conjunto de conocimientos, ideas, tradiciones y costumbres que caracterizan a un pueblo o una época.

Por tanto, tenemos dos conceptos que influyen en el ser humano desde su nacimiento hasta su muerte. Estos conceptos hacen las diferentes creencias, las diferentes formas de vivir, las diferentes formas de pensar que tenemos en nuestro mundo hoy día.

El diccionario Encarta sigue diciendo que: la enseñanza (entendida como profesión) no aparece hasta los tiempos relativamente recientes. Las sociedades que en la antigüedad hicieron avances sustanciales en el conocimiento del mundo que nos rodea y en la organización social fueron sólo aquellas en las que personas especialmente designadas asumían la responsabilidad de educar a los jóvenes.

Tenemos diferentes ejemplos de cómo el educador y la educación se ha desarrollado en el mundo, llegando a ser incluso una veneración. En la India, China, Egipto o en Judea la enseñanza solía ser impartida por un sacerdote. El profesor gozaba de un elevado prestigio así como de privilegio, eran considerados y honrados más que los padres. Los griegos dieron gran valor a la educación de los niños, acogían a sus profesores en sus casas, ejemplo que los romanos siguieron.

En la Edad Media la Iglesia asumió la responsabilidad de la educación, se realizaba en los monasterios que evolucionaron en grandes universidades. En los siglos XVII y XVIII hubo gran interés por la educación infantil y el conocimiento sobre los métodos de enseñanza se incrementó. Fue a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando se organizaron los primeros sistemas nacionales de educación, principalmente en Europa y Estados Unidos.

Es por eso que cuando se habla de educación y cultura, se habla de lo que el hombre es en el momento histórico. Paulo Freire, en su Pedagogía del Oprimido, habla de que sólo la educación como práctica de libertad, hará que el ser humano pueda ser libre para expresarse, para poder existir, su libro dice en la introducción: La práctica de la libertad sólo encontrará adecuada expresión en una pedagogía en que el oprimido tenga condiciones de descubrirse y conquistarse, reflexivamente, como sujeto de su propio destino histórico... el método que le propicia, al hombre, ese aprendizaje de libertad, abarca al hombre todo, y sus principios fundan toda la pedagogía, desde la alfabetización hasta lo más altos niveles del quehacer universitario; el hombre debe de asumir conscientemente su esencial condición humana... la educación reproduce de este modo, en su propio plano, la estructura dinámica y el movimiento dialéctico del proceso histórico de producción del hombre. Para el hombre, producirse es conquistarse, conquistar su forma humana. La pedagogía es antropología[2].

Cuando leemos el texto de Paulo Freire, nos encontramos un método de educación que se acerca a la esencia del hombre, una esencia en su totalidad. Esta forma de pensar no está muy equivocada, pero sí incompleta. El hombre necesita volver al hombre y a Dios.

Está bien cuando habla de dar libertad a las culturas menos desarrolladas, a las personas que viven en "esclavitud", sobre todo en Latinoamérica, aquellos seres que son coaccionados, oprimidos, exprimidos por sus gobiernos. Una educación en busca de su libertad será lo que les hará cambiar, pero debe ser de adentro hacia afuera, o sea, la libertad debe ser una reacción a la educación propuesta.

En conclusión a este apartado, podemos decir que el hombre puede ser cambiado, transformado, ¡libre!, a través de la educación, con una contracultura dada sin ataduras y especialmente donde influyan la libertad, la verdad y el amor.

 

LA EDUCACIÓN EN MÉXICO

Después de haber tomado contacto con lo que significa educación y cultura, vamos a observar los pros y los contras de estos dentro del país donde nos desarrollamos, dentro de la República de México.

La educación en México ha pasado por tres etapas fundamentales en la historia:

  • La época prehispánica, en la que cada cultura formó a las nuevas generaciones en función de su propia organización social, de los conocimientos acumulados en la época y del futuro que querían construir.
  • En la Colonia obedeció a los objetos fundamentales de la dominación española, sus características fueron distintas dependiendo la región y la fuerza dominadora en ésta.
  • Al triunfo de la guerra de Independencia, queriendo formar un Estado nacional moderno y soberano, su proceso se basó en la lucha por construir un sistema que fundamente y haga posible este objetivo; dando hasta la fecha importantes cambios para corresponder a las necesidades y demandas del pueblo mexicano.

Los fines, organización, el acceso al conocimiento etc., de la educación, se han dado en función del proyecto social dominante, con las características propias de las condiciones concretas de cada período.

De aquí podemos destacar varias cosas importantes que nos ayudaran posteriormente en el estudio de la aportación cristiana. De momento, encontramos un pueblo:

  • § Con una cultura y educación antigua que ha sido violada y saqueada, por tanto, de ahí puede venir envidias, baja autoestima, no saber la verdadera identidad, una mezcla y confusión cultural etc.
  • § Con una cultura y educación que ha sido manipulada y metida a la fuerza por antiguos conquistadores. Encontramos, por tanto, algunas formas culturales inventadas con intenciones políticas y destructoras, es el caso de la Virgen de Guadalupe, fiestas de patronos y santos etc. La llegada de una cultura católica romana fuertemente arraigada a los cimientos del pueblo hoy día. Cabe decir también, que la forma de liturgia y de vida católico en México, nada tiene que ver con la europea, por eso imaginamos que estas formas fueron adaptadas según convenía.
  • § Una cultura y educación que actualmente está buscando sus propios cimientos; es una cultura y educación nueva, con una historia (hablando de Estado independiente) muy corta, donde ha sido influenciada, sobre todo, por países vecinos como Estados Unidos y la vieja Europa.

 

La educación actual en México

La ley general de educación aprobada a finales de 1993 en México establecía la educación como un derecho de todos los ciudadanos, al igual que el acceso de aquéllos al sistema educativo nacional en igualdad de oportunidades. Establecía su rango de aplicación a todo el territorio de la República y calificaba sus disposiciones como de orden público e interés social.

La educación impartida en por el Estado es laica y está orientada por los resultados del progreso científico; por tanto, lucha contra la ignorancia, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios. Se les olvida decir que también lucha contra la libertad religiosa, por cuanto la ciencia no es buena amiga de la religión. Queriendo formar a todos por igual crean una muy suya religión, la del no creer, que busca a través de los propios conocimientos y progresos humanos las respuestas al mundo que les rodea.

El gobierno federal ofreció un diagnóstico de los principales problemas y desafíos de la educación en México, el documento mencionó la centralización del sistema, la falta de participación y solidaridad social, el rezago educativo, la dinámica demográfica y la falta de vinculación interna con los avances de los conocimientos y de la tecnología, y con el sector productivo.

Su prioridad fue la educación primaria, queriendo universalizar el acceso a este nivel educativo, lograr la permanencia escolar y atacar el rezago. Se propuso revisar los contenidos educativos, regresar al estudio de asignaturas y no de áreas del conocimiento, y apoyar la educación inicial y preescolar.

En 1992 se suscribió el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, que obedeció a la necesidad de superar rezagos y disparidades acumuladas, satisfacer la creciente demanda de servicios educativos y elevar cualitativamente la calidad de la educación.

El sistema ofrece el servicio educativo en dos grandes modalidades: escolarizada y abierta; se supone que es para acoger a todos sin que haiga ningún tipo de obstáculo. El sistema, también está compuesto por seis niveles educativos:

  • La educación inicial, desde 45 días hasta 5 años y 11 meses de edad, no es obligatoria.
  • La educación preescolar, de cuatro y cinco años, no es obligatorio, se ofrece en tres modalidades: general, indígena y cursos comunitarios, pero no de integración.
  • La educación primaria, obligatoria, se imparte a niños y adultos.
  • La educación secundaria, obligatoria, de 12 a 16 años que hayan concluido la primaria.
  • El nivel medio superior, comprende tres tipos de educación: propedéutica, propedéutica-terminal y terminal.
  • ü La educación superior, tiene una duración de cuatro a cinco años, organizados en periodos semestrales.

Aparte de estos tipos, también existen otros para hacer frente a la educación especial de niños y jóvenes, comprendiendo desde la discapacidad intelectual, trastornos visuales, de audición y lenguaje, y neuromotores, lenguaje y conducta etc.

Encontramos ayudas educativas a los adultos que no han podido cursar la educación básica, educación compensatoria, educación indígena (promover y fomentar las lenguas y culturas), educación rural, educación artística y capacitación para el trabajo.

En el Artículo 3, capítulo I del Título Primero sobre las garantías individuales, podemos leer: la educación que imparte el Estado -federación, estados, municipios-, tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la ves, el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia. Evidentemente, no hay nada que podamos observar con respecto a fomentar el amor al prójimo o a Dios, tampoco se sabe cual es la justicia e independencia que quieren proteger. Evidentemente, es la justicia del hombre; una justicia, que como declara Paul Tillich (en Amor, Poder y Justicia) no es la justicia dada por Dios al hombre, que es el amor que reúne, sino una justica cosmovisionada por el propio hombre para los que son iguales a ellos, por tanto no se tratará nunca, en la justicia humana, del amor incondicional, que es la justicia dada por Dios a Israel para todas las naciones.

I Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, el criterio que orientará a dicha educación se mantendrá por completo ajeno a cualquier doctrina religiosa y, basado en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios. Además: será democrática, nacional, contribuirá a la mejor convivencia humana, las corporaciones religiosas que realicen actividades educativas no intervendrán en forma alguna en planteles en que se imparta educación primaria, secundaria y normal, y la destinada a obreros o a campesinos[3].

Bueno, vemos una actitud positiva de educar a toda la población y defender a los ciudadanos. Pero, en lo que respecta a nosotros, nos vemos atados de pies y manos por la ley e incluso castigados si no obedecemos su ansia de que no intervenga la religión en la educación.

 

Incoherencias

Pero como dice el dicho: no es solo oro lo que reluce. Los problemas educativos que tiene México no pasan desapercibidos, y son, como mucho, importantes para nuestra investigación. María José Orozco Madrigal, en El derecho a la educación en México, destaca problemas fundamentales y que deben ser resueltos en el sistema educativo mexicano, son:

  • Las familias, que compiten entre ellas, cortejando a los directores y a los maestros, llegando a veces a sobornarlos, para matricular a sus hijos en las mejores escuelas públicas.
  • La fuerte crisis económica del país, que en el siglo XX pasó de un millón de alumnos a más de 30. Sin embargo, estos avances han sido insuficientes para hacer frente a los retos que el crecimiento demográfico plantea.
  • La educación nacional afronta tres grandes desafíos: Cobertura con equidad, calidad de los procesos educativos y niveles de aprendizaje y la integración y funcionamiento del sistema educativo.

Aparte de estas pinceladas, hay que destacar también:

  • § Que hay niños y jóvenes que viven en extrema pobreza, que no están ni siquiera registrados, que no tienen educación y son explotados físicamente.
  • § Que hay una cultura machista y por tanto se les impide a muchas mujeres y niños poder terminar e incluso empezar unos estudios.
  • § Que hay una cultura de dejadez, donde parece que la educación no vale para nada.
  • § Que no hay atención a la calidad educativa.
  • § Que se tendría que modificar los medios de comunicación masiva y abarcar a los medios extraescolares.
  • § Que la educación está siendo tan y tan tolerable que se está empezando a tomar decisiones importantes de carácter anti vitales, como es el caso de la ley del aborto.

Según la UNESCO, en su Declaración de México, establece que el desarrollo y el progreso constantes exigen una relación estrecha entre la educación escolar y la extraescolar y que se utilicen adecuadamente las posibilidades ofrecidas por los medios de comunicación de masas.

Termino este apartado utilizando palabras de María José Orozco: El reto de construir en este contexto un mejor país, un mejor planeta y una mejor humanidad está frente a todos. La educación será sin duda parte de un proyecto de una vida mejor.

 

LA EDUCACIÓN CRISTIANA

Hemos visto como ha evolucionado la educación en México, ahora vamos a verlo dentro del mundo cristiano, así podremos observar características y conclusiones apropiadas que se puede aportar para un México mejor.

Vamos a dar una breve pincelada a la historia de la educación hebrea, pueblo importantísimo para la estructura educativa cristiana.

 

El pueblo hebreo

Los judíos concibieron, por vez primera en la historia de la humanidad, un riguroso monoteísmo, cuidadosamente depurado de todo residuo de idolatría.

Los profetas no eran propiamente sacerdotes, sino más bien predicadores laicos que se sentían poseídos por el verbo divino. Los profetas fueron los primeros grandes educadores del pueblo hebreo, cuya instrucción elemental se impartía desde hacía tiempo en el seno de la familia: un profundo sentimiento religioso, que reunía y sublimaba en sí los efectos familiares y el patriotismo, constituía la inspiración profunda de una educación que no estaba formalmente organizaba, pero que en el aspecto moral era más eficaz que cualquier otra educación oriental.

Después de los castigos históricos al pueblo hebreo, nacieron los escribas, que asistían a los sacerdotes en la exégesis de la ley y en la compilación de un conjunto de comentarios, normas morales y jurídicas, preceptos religiosos y rituales, que asumió el nombre de Talmud. Surgieron entonces las sinagogas, que se dedicaban a la instrucción religiosa. Por último, a la sombra de las sinagogas surgieron escuelas primarias que se multiplicaron al punto que, en el año 75 a.c. la instrucción primaria se volvió obligatoria en Jerusalén y nueve años más tarde en todo el territorio[4].

La civilización y educación judías se caracterizan pues por el espíritu religioso que las informa y que funde y plasma en una unidad los muy abundantes influjos culturales recibidos de los babilonios, los persas y los griegos. En los primeros tiempos, no faltaron manifestaciones de supersticiosa tosquedad, ni tampoco, en los últimos, casos de degeneración formalística (contra los que se lanzó Jesús), pero en general debemos reconocer a la educación judía no sólo el mérito de haber hecho un sitio a los valores individuales, sino de haber tomado por norma una ley de interioridad moral que tiene por único punto de referencia la voluntad de un Dios universal, infinitamente bueno y justo.

De esta lectura podemos resaltar que:

  • Es posible una educación religiosa para la población.
  • Que la familia tiene un papel muy importante.
  • Que el creer en un solo Dios como dirigente de la nación es lo más sano de una cultura.
  • Que la moralidad extrema y los preceptos justos y buenos, son posibles de encontrar.

El nacimiento del cristianismo y la educación cristiana

El posterior nacimiento del cristianismo, en una civilización con unas características peculiares, hizo que está creencia se propagara velozmente. La inquietud religiosa que se vivía era cada vez más viva y general. Los hombres carecían de un centro firme para los valores morales, se quedaban solos con sus destinos individuales y se debatían en el ansia de darle un valor y un significado.

Hoy día la inquietud religiosa ha descendido en muchas partes del mundo, llegando a ser casi nulo. Pero, que no nos confundan, hay otras concepciones que han venido a reemplazar la religión, donde el hombre nuevamente se encuentra solo con su destino individual y se debate para darle un significado a su vida y a la concepción del mundo. Es el caso de nuevas formas de afrontar la vida, como cursos de autoestima, cursos de prosperidad, anti estrés, los negocios, las nuevas tecnologías etc. Han venido a ser el peor enemigo del hombre en el siglo XXI.

La fuerza del cristianismo consistía en apelar a sentimientos superindividuales como la fraternidad, la caridad y el amor ilimitado por el prójimo.

Enseñanzas sobre la fraternidad, la caridad y el amor al prójimo, las encontramos en las predicaciones de Jesús recogida en los tres Evangelios. Estos evangelios son comunicadores fundamentales de la educación cristiana. El cristianismo consistía, en su nacimiento, en anunciar a todos los hombres el reino de Dios, o sea una renovación merced a la cual se establecerán en el mundo la justicia y el amor.

La "buena nueva" se proponía pues realizar un específico ideal pedagógico: formar al hombre nuevo y espiritual, al miembro del reino de Dios.

Esta acción educativa fundada directamente sobre los evangelios se dirigía sobre todo a los adultos, y la ejercían ciertos fieles delegados para ello que se denominaban simplemente maestros. La educación precedía al acto del bautismo, que era la forma de iniciación cristiana con la cual se pasaba a formar parte de la comunidad de los fieles y se ganaba la admisión a la más importante ceremonia, el ágape eucarístico.

Más tarde, la preparación se confió a sacerdotes especialmente preparados. La preparación duraba dos o tres años, pasaba por distintos grados y consistía especialmente en la enseñanza de la historia sagrada del AT, de la vida y la predicación de Cristo según los evangelios, de las oraciones y sobre todo de los preceptos morales indispensables para el espíritu cristiano.

Por consiguiente, la preparación era estrictamente religiosa, se aceptaba la organización escolar y la enseñanza existentes. Promovía las lenguas, la cultura literaria y las escuelas donde no había. La fe y la cultura se unieron.

En los monasterios nacieron las escuelas cenobíticas, escuelas de religión y cultura. Las comunidades monacales eran de por sí comunidades educativas porque las reglas a que debían ajustarse la conducta de sus miembros incluían una disciplina religiosa, moral y a veces intelectual. Cuando se empezó a acoger a niños y jóvenes destinados a la vida monástica, se hizo necesaria una institución escolar en toda la extensión de la palabra.

Posteriormente el cristianismo hizo uso de la filosofía para defenderse, nació en el siglo II con los Padres apologetas.

La eliminación por los Padres de las artes liberales, se manifiesta netamente en la orientación de la cultura medieval, que quiso concentrarse en los aspectos espirituales del hombre ignorando o pasando por alto los considerados como terrenales, materiales o prácticos. Así se descuidaba la investigación científica, la educación de todo aquello que pudiese sustraer la atención a la meditación interior para llevarlo a considerar, a estudiar y a preocuparse por lo externo, corpóreo y mundano.

En el siglo VII empieza el periodo más oscuro. La cultura se mantiene viva apenas en uno que otro solitario erudito que la rescataba de las obras del pasado y la trasmitía en toscos y desordenados compendios.

De aquí se pude ver claramente lo diferente de la situación. Hemos hablado antes de que la educación en México se rija estrictamente por los avances científicos, no por la religión. Cuando la iglesia dominaba casi todo el continente antiguo, vemos como era al contrario, se eliminaba lo científico para exaltar lo espiritual. Bueno, bajo mi punto de vista, son dos extremos muy extremos, hay que llegar a intentar mediar por los dos. Dios ha hecho al hombre un ser inteligente, para que pueda descubrir y pueda mandar sobre todo; también hizo al hombre para que tuviese una comunicación especial con él y lo obedeciera. La educación cristiana debiera mediar entre esos dos puntos.

Posteriormente grandes filósofos y teólogos nacieron de la Iglesia para aportar al mundo mucho conocimiento, conocimiento que llega hasta nuestros días. Es el caso de san Agustín.

La filosofía entera de San Agustín es una filosofía educativa. Dudar y resolver las dudas, iluminar la fe con la razón y la razón con la fe, haciendo hablar la Verdad misma que es Dios, es ya un proceso de formación humana y por lo tanto de educación en el significado más amplio y profundo del término. En la educación en este sentido el verdadero y único maestro es la Verdad, o sea Dios en la persona de Cristo.

San Agustín ve claramente la intervención divina en la educación. El filósofo evalúa desde el punto de vista cristiano las disciplinas paganas de enseñanza, y las justifica y defiende.

Al hablar del maestro dice una cosa muy interesante. El maestro se realiza en el amor con que se adapta al educado, con que desciende al nivel de su comprensión. Al hacerlo así se educa y perfecciona a sí mismo.

Durante la edad media las ideas del escolasticismo se impusieron en el ámbito educativo de Europa occidental. El escolasticismo utilizaba la lógica para reconciliar la teología cristiana con los conceptos filosóficos de Aristóteles. Otros grandes maestros escolásticos fueron el teólogo francés Pedro Abelardo, discípulo de Roscelino, y el filósofo y teólogo italiano Tomás de Aquino. A lo largo de este periodo los principales lugares para aprender eran los monasterios, que mantenían en sus bibliotecas muchos manuscritos de la cultura clásica anterior.

Las iglesias protestantes surgidas de la Reforma promovida por Martín Lutero en el inicio del siglo XVI establecieron escuelas en las que se enseñaba a leer, escribir, nociones básicas de aritmética, el catecismo en un grado elemental, y cultura clásica, hebreo, matemáticas y ciencias, en lo que podríamos denominar enseñanza secundaria. En Suiza, otra rama del protestantismo fue creada por el teólogo y reformador francés Juan Calvino, cuya academia en Ginebra, establecida en 1559, fue un importante centro educativo. La moderna práctica del control de la educación por parte del gobierno fue diseñada por Lutero, Calvino y otros líderes religiosos y educadores de la Reforma.

Los católicos también siguieron las ideas educativas del renacimiento en las escuelas que ya dirigían o que promocionaron como respuesta a la creciente influencia del protestantismo, dentro del espíritu de la Contrarreforma. Esa síntesis se realizaba en los centros de la Compañía de Jesús, fundada por el religioso español san Ignacio de Loyola en 1540, con la aprobación del papa Pablo III. Los jesuitas, como se conoce a los miembros de la congregación, promovieron un sistema de escuelas que ha tenido un papel preponderante en el desarrollo de la educación católica en muchos países desde el siglo XVI: la llamada Ratio Studioron, que después cambiarían las Escuelas Pías de san José de Calasanz.

Vemos entonces la importancia del cristianismo en la historia de la educación, con sus cosas buenas y malas, el cristianismo aportó a la educación y a la cultura del mundo más que cualquier otra religión. Pero de nuevo vemos la incoherencia, no hay una situación de suavizar lo que el hombre puede hacer y las órdenes que vienen de Dios. La educación cristiana también se aprovechó, como lo hace hoy día la secular, y produjo según sus intereses, intereses mundanos, intereses de hombres, pero la esencia queda, y es la que vamos a buscar a continuación.

 

APORTACIÓN DEL CRISTIANISMO A LA EDUCACIÓN ACTUAL

La importancia del cristianismo como cultura y religión

Retomemos por un momento la esencia primitiva de la educación cristiana: apelar a sentimientos superindividuales como la fraternidad, la caridad y el amor ilimitado por el prójimo. Formar al hombre nuevo y espiritual, al miembro del reino de Dios.

Con Pablo encontramos una interpretación análoga. San Pablo presenta en forma tajante la alternativa entre la vida según la carne y la vida según el espíritu. El cristianismo, aparte de ser una forma de educación, es una cultura, una cultura que es la Iglesia fundada por Jesucristo. El cristianismo paulino marca el momento de la identificación del reino de Dios anunciado por Cristo con la comunidad cristiana o Iglesia, tal cual había venido constituyéndose históricamente como resultado de la revelación cristiana.

El cristianismo aparece inicialmente como un movimiento ideológico y político de los pueblos oprimidos y de las clases subalternas. Pablo fue el estratega, el conductor intelectual que da coherencia al discurso y formula las consecuencias éticas en base a su propia experiencia del no-poder, que comparte con sus hermanos artesanos en Tesalónica. Es el primer manifiesto de la esperanza cristiana, de la estrategia de la revolución cristiana. Para que "no estéis tristes como los otros, que no tienen esperanza". Frente a la inconmovible Pax Augusta no se puede oponer un ejército que la desmienta, pero sí una esperanza que la relativice. A la fuerza humana que oprime, persigue y, quizás, mata a los hermanos pobres, no se responde con otra fuerza que oprima, persiga y mate a los agentes de la dominación, sino con una negación del orden en su conjunto, con la invitación a una práctica diferenciadora en virtud del acontecimiento del tiempo presente[5].

Por tanto el cristianismo se hace una contra cultura a la cultura que vivimos. Eso es importante, tenemos que intentar manifestar esa cultura del no poder, de la esperanza al mundo de vivir en Cristo, y eso se puede conseguir a través de la educación.

El cristianismo es una realidad, no es algo que creamos que puede existir o puede que no, que puede funcionar o puede que no. Si realmente creemos en esto, las otras culturas no valdrán para nada al lado de la de Jesús, que es la única verdadera.

Teniendo este factor como verídico, debemos enumerar algunas de las cuestiones que, aunque parezcan modernas y normales, están haciendo mucho daño a México, interrogantes de la cultura al anuncio del Evangelio:

  • a. Hombre creciente, Dios menguante: la modernidad tiene problemas para aceptar a Dios, el evangelio está siendo rechazado por la humanidad.
  • b. Ciencia versus religión: el mundo dice que la ciencia cubre el reino empírico y el magisterio de la religión se extiende sobre cuestiones de significado último y de valor moral. Sin embargo, cómo los grandes científicos reconocen los límites de esta razón para responder a esas cuestiones de la existencia, que podríamos llamar metafísicas.
  • c. Creer es comprometerse: en amplias capas de nuestra sociedad la fe se reduce al compromiso ético, al margen de toda referencia trascendente. La razón ha acabado apropiándose del contenido ético del evangelio. La transmisión de la fe se ha convertido en un problema casi general y ha entrado en una grave crisis. La tarea que nos espera es ser testigos de una presencia inverificable, pero auténtica[6].
  • d. El retorno de la religión y el eclipse de Dios: se ha dado paso en la postmodernidad a una época de religión sin Dios. Cuando uno deja de creer en Dios no es que no crea en nada, sino que empieza a creer en cualquier cosa[7]. La New Age es uno de los muchos intentos de dar sentido a una cultura en profunda crisis, presentando una espiritualidad difusa donde Dios queda reducido a una prolongación del progreso del individuo[8].
  • e. El diálogo interreligioso en un mundo globalizado: a consecuencia de la globalización, se favorece el encuentro de culturas y religiones en una misma zona geográfica. El peso del cristianismo ha modelado su identidad cultural, de forma que, si se prescinde de esta confesión religiosa concreta, difícilmente se la puede comprender. La presencia de muchas religiones entre nosotros, nos plantea el reto de dialogar con otras entidades religiosas y culturales sin renunciar a la nuestra.
  • f. El declive de la verdad de un mundo plural: el pronunciamiento de la palabra "verdad" provoca en amplios sectores de nuestra cultura un instintivo rechazo a la misma por lo que tiene, según ellos, de coacción e intolerancia.
  • g. Las ambigüedades de la cultura digital: lo que al principio ha sido acogido favorablemente por las posibilidades que presenta para la comunicación del Evangelio, también provoca dudas más que fundadas cuando el instrumento deja de ser un medio al servicio de la humanización y se convierte en un fin en sí mismo.

 

La Escuela Dominical ¿anticuada o mal usada?

Desgraciadamente el cristianismo ha querido elaborar una cultura solo dentro de la iglesia, y la iglesia no ha querido ponerla por obra en el exterior. Solamente encontramos algunos ejemplos en la iglesia primitiva, que queriendo actuar diferente al mundo se les eliminaba.

La Escuela Dominical es eso, una contracultura para el mundo, pero siempre dentro de la iglesia. Los hermanos hablaban y se comportaban de una forma diferente solo dentro de la iglesia, aun en día desgraciadamente ocurre eso. ¿Cómo queremos entonces transformar al mundo? ¿Creen que nuestros hijos van a cambiar así? ¿Van a madurar bien de esta forma? Los niños y jóvenes que se encuentran en nuestras iglesias van a tener que enfrentar dos culturas diferentes toda su vida, de ahí las ausencias de estos cuando son mayores en las iglesias; el mundo le da más que nuestra comunidad, le da una educación que les valdrá para defenderse el día de mañana, mientras que en las iglesias la única educación que reciben es el de las historias bíblicas, las de las cosas que no deben de hacer, memorizar textos etc.

Como hemos mencionado antes, no es que una cosa este bien y la otra mal, sino que debe de haber un equilibrio en todo esto. La educación en la iglesia debe de cambiar, la del mundo también. La iglesia tiene la misión de renovar su sistema educativo e introducirlo en el mundo.

Hoy día el propósito de la Educación Cristiana es:

  • Conducir al alumno paso a paso al conocimiento cabal de los hechos y enseñanzas que se hallan en la Palabra de Dios.
  • Guiar al alumno a la aplicación de las verdades fundamentales en la Escritura para la formación de su carácter cristiano.
  • Inspirar al alumno a reconocer que esas verdades y principios sirven para la solución de los problemas morales, sociales y políticos de su entorno social, y por ende del mundo entero[9].

Esto está muy bien, pero es incompleto. Donde está la necesidad de prepararlos para un futuro provechoso dentro del mundo. Ellos tienen que vivir en un mundo donde hay que trabajar, donde hay que comunicarse con gente que no son de sus mismas creencias etc. La escuela dominical no puede servir solamente como complemento de la secular, tiene que ser más poderosa que ésta, debe de darle al cristiano todo el material necesario para ser un hombre provechoso.

Si miramos un poco en la historia de la escuela dominical en América, veremos que estas estaban destinadas a proveer una instrucción elemental a los niños pobres que descansaban en su único día libre de la semana. Proveían de educación elemental a los niños que no podían asistir a la educación pública. Se les ofrecía también alimento y ropa. Posteriormente esto se cambió, dándoles solamente enseñanza religiosa.

A mí me parece que más que una meta de proveer a toda la nación una educación cultural-religiosa cristiana, lo que los fundadores de estas escuelas estaban haciendo era un testimonio de imagen, el planteamiento de proveer a la nación de una cultura cristiana, y por tanto buena y justa, a través de la educación no se les pasaba por la cabeza.

Después de ver la carencia de la iglesia en torno a la educación integral de nuestros niños y jóvenes, tenemos que estar de acuerdo con lo que decía José Luis Velasco: La eficacia de la misión educativa de la Iglesia o educación cristiana, depende en gran parte del concepto que se tenga o sustente de la naturaleza y misión de la Iglesia. La aportación del cristianismo al mundo en educación, debe de empezar desde el interior hacia afuera, no debe de quedarse dentro.

Queridos hermanos, la Iglesia puede aportar mucho al mundo de hoy como aportó en el mundo de antaño.

 

La contribución del saber religioso a la formación integral

En la escuela, el alumno se encuentra con la visión de la realidad en la que se forma, los modelos de pensamiento que le ayudan a elaborarla, el código ético que guía sus comportamientos y el marco social en el que se integra su centro educativo. Esto exige que la transmisión de la cultura no se reduzca sólo a aquellos saberes fundamentados en una racionalidad instrumental, pues se impediría la relación del hombre con Dios. Es en el marco de esta formación integral donde hay que situar la necesidad del saber religioso en la escuela.

Por medio de esta enseñanza religiosa el alumno integra en su formación humana la dimensión religiosa, logra un diálogo interno entre la fe cristiana y el saber humano y procura que los sentidos de la vida propuestos por las otras disciplinas puedan integrarse en el sentido radical que proporciona la fe[10].

Ante los desafíos que comentábamos antes, el saber religioso que se transmite en la escuela debe ayudar al alumno para dar una respuesta a los mismos.

  • a. En la revelación cristiana la Gloria de Dios y la gloria del hombre se suman y consuman juntas.
  • b. El conocimiento científico lleva al empobrecimiento de la reflexión humana, que se ve privada de los problemas de fondo que se ha planteado constantemente. La mentalidad utilitarista nos empuja a concebir nuestra relación con Dios desde una clave funcional, se hace de Él un objeto del que podemos disponer a nuestro antojo. Tenemos que recuperar la dimensión trinitaria de Dios.
  • c. La moral cristiana es el resultado de una experiencia religiosa en la que convergen la llamada de Dios y la respuesta humana. Conviene preguntarse si la desaparición en el horizonte de Dios no convierte a la ética en un faro demasiado pesado para ser cargado por el individuo.
  • d. El retorno de lo sagrado no significa, necesariamente, el retorno de lo cristiano. Más bien, retorna la religión, pero bajo su figura pagana. Debemos de buscar al Dios personal[11].
  • e. El diálogo con otras religiones debe de ser transparente, nunca ocultando lo que creemos, dando testimonio de la verdad y esperanza que hay en nosotros, dar el don de la revelación del Dios de Amor[12].
  • f. Estamos convencidos de que existe la verdad, esa está en nosotros por Jesucristo, y está en la Iglesia. Debe de ser aceptada en la fe y testimoniada.
  • g. Una educación que pretenda la formación integral de la persona ha de procurar humanizar la cultura digital, para lo cual será necesario que a la vez que ofrece saberes y forma en habilidades técnicas, sea capaz de transmitir sabiduría y conformar actitudes[13].

El cristianismo aporta moralidad, caridad, humanidad, amor, paciencia etc. a nuestro mundo. La educación cristiana debe ser centro de toda educación para poder avanzar, incluso en México. Nuestros niños y jóvenes se deben de educar en amor y respeto a Dios, por que el principio de la sabiduría es eso precisamente, el temor a Dios.

 

Iglesia católica y su movimiento en la educación actual

Parece ser que la Iglesia católica en México está haciendo algunos empujes políticos para poder integrarse en la educación secular.

El Estado ve esta propuesta como un riesgo para la democracia. Dicen que la gente que más está empujando al gobierno en virtud de esa tarea son los poderes fácticos, al gran capital, parte de la élite de medios de comunicación que comparte la agenda de la alta jerarquía católica.

La iglesia los culpa de intolerantes, de ser ateos etc., al gobierno laico. Mientras que éstos se defienden diciendo que el Estado laico no tiene porque ser ateo, sino que reserva la religión al ámbito privado[14].

La verdad es que la educación cristiana debe de entrar de una forma u otra en los colegios públicos. Estamos siendo objetos de una tolerancia falsa, de la ley del sí, sí, sí... no hay una negación a planteamientos éticos ni morales, todo se vale en este mundo de hoy.

Conclusión

El saber religioso penetra y desarrolla su acción no sólo dentro de la materialidad de la escuela, sino también en ese ámbito cultural definido por los saberes que imparten las demás disciplinas y que son el reflejo de la sociedad. La enseñanza de la religión debe prestar este servicio en la escuela, dialogando con la cultura de su tiempo, para así poder profundizar y formular mejor la Verdad que ha recibido-, y presentando esta Verdad como plenitud de lo que de forma fragmentaria se encuentra en los distintos saberes.

La educación cristiana es un hecho. La historia nos enseña que se puede vivir con la educación dada por Dios mejor que de cualquier otra forma. Los cristianos debemos de ponernos manos a la obra y empezar una batalla importante, empezando desde el seno de nuestra familia, la iglesia, la ciudad, el país etc. debemos de volvernos a las enseñanzas de Jesús, a su moral, ética, sus razonamientos.

Hay que llegar, como se ha dicho antes, a una suavización, a un equilibrio entre el saber humano y lo que nos da Dios, no podemos utilizar extremos. Si México se queda con la educación tal cual la tiene hoy día, ¿Por qué hay más crímenes que antes? ¿Por qué hay niños abandonados? ¿Por qué hay más drogadicción? ¿Más violencia en nuestras calles? ¿Más mujeres abandonas? Etc. No solo tenemos que contar con nuestros descubrimientos, sino también con el poder de Dios para sanarnos y salvarnos.

Tenemos una meta, un objetivo, una ilusión: el poder llevar al mundo la educación del Dios de los tiempos.






[1] Velasco Medina, José Luis, Visión Reformada de la Misión Educativa; Publicaciones El Faro. México D.F, p. 9.

[2] Freire, Paulo, Pedagogía del Oprimido; Siglo XXI editores. México, p. 17.

[3] Noticias Jurídicas. Ley Orgánica 10/2002, de 23 de diciembre, de Calidad de la Educación.

[4] N. Abbagnano y A. Visalberghi, Historia de la Pedagogía, Fondo de Cultura Económica. México, p. 28.

[5] Míguez, Nestor, Pablo y la revolución cristiana en el primer siglo.

[6] Mardones, José María, En el umbral del mañana, PPC. Madrid 2000, p. 185-186.

[7] Kundera

[8] Cf. Cons. Pont. De la Cultura - Cons. Pons. Para el Diálogo Interreligioso, Jesucristo, portador del agua de la vida. Una reflexión cristiana sobre New Age, Palabra, Madrid 2003.

[9] Blake, Susana, Ministerio de Educación Cristiana, Seminario Teológico Bautista de México.

[10] Cf. CEEC, Orientaciones pastorales sobre Enseñanza Religiosa Escolar, nº 34.

[11] Cf. Consejo Pontificio de la Cultura, Para una pastoral de la cultura, Edice. Madrid 1999, p. 36.

[12] Juan Pablo II, Novo Millennio Ineunte, p. 56.

[13] Cf. J. A. Pérez Tapias, Internautas y náufragos. La búsqueda del sentido en la cultura digital, Trotta. Madrid 2003, p. 178-179.

[14] Mercado, Patricia, El nuevo nuncio viene a hacer trabajo político en el país. México.

 BIBLIOGRAFÍA

Blake, Susana, Ministerio de Educación Cristiana, Seminario Teológico Bautista de México.

Consejo Pontificio de la Cultura, Para el diálogo Interreligioso, Jesucristo, portador del agua de la vida. Una reflexión cristiana sobre New Age, Palabra, Madrid 2003.

Consejo Pontificio de la Cultura, Para una pastoral de la cultura, Edice. Madrid 1999.

Diccionario Anaya de la Lengua, 2005.

Freire, Paulo, Pedagogía del Oprimido; Siglo XXI editores. México.

Kundera.

Míguez, Nestor, Pablo y la revolución cristiana en el primer siglo.

Mardones, José María, En el umbral del mañana, PPC. Madrid 2000.

Mercado, Patricia, El nuevo nuncio viene a hacer trabajo político en el país. México.

Microsoft, Encarta, Diccionario Electrónico Encarta, 2007.

N. Abbagnano y A. Visalberghi, Historia de la Pedagogía; Fondo de Cultura Económica. México.

Noticias Jurídicas, Ley Orgánica 10/2002, de 23 de diciembre, de Calidad de Educación.

Orientaciones pastorales sobre la Enseñanza Religiosa Escolar.

Pérez Tapias, José Antonio, Internautas y náufragos. La búsqueda del sentido en la cultura digital, Trotta. Madrid 2003.

Tillich, Paul, Amor, Poder y Justicia; Libros del Nopal, Ediciones Ariel. España 1970.

Velasco Medina, José Luis, Visión Reformada de la Misión Educativa; Publicaciones El Faro. México D.F.

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